domingo, 8 de abril de 2012

Abril 2003 Ushuaia "Lo logré"















Neuquén- Diciembre 2002







PAISAJES INTERIORES Dic. 2002 aproximadamente.
Ayer cuando venía de la psicóloga, la que retomé hace tres semanas, luego de la muerte de mi hermana, y luego de 10 meses de haber interrumpido el tratamiento, pensaba en los lugares que recorro mentalmente. Por ejemplo Azul, fui muchos años después de haber pasado con un micro, después de haberlo visto en los recortes de los diarios, de haberlo recorrido en los mapas, de haber ido varias veces a la Casa de Pcia, . luego de mil llamadas y entonces me subí a un micro y ya sabía a todos los lugares específicos que quería ir.
Yo sigo entreteniendo mi vida de esa manera, luego fue Mar Chiquita ( con cuatro viajes en tres años), Mar del Plata ( con diez en 15 años), Córdoba, hacía trece años que no iba, pero tenía todo el recorrido tan prefabricado, que conocía al detalle cada rincón.
También hace como cuatro años que programo dos viajes imaginarios y largos, uno es en Uruguay y el otro en la Patagonia argentina. Tanto consulto, tanto recorto, tanto me guío por tres o cuatro mapas, tanto mido y calculo, costos, km., lts. de nafta, alquileres o excursiones, hotel o cabaña, pensión o sin comidas, hago unos diez programas diferentes tratando de maximizar calidad y vistas, y minimizar costos y tiempo. Los saboreo sin comerlos, los recorro, sin moverme, los camino, los veo, doblo las esquinas, y me parece conocer todo, todo en silencio, sin otro, yo buceo hasta el fondo de ese paisaje que quiero capturar y parece que cuando creo haberlo logrado, entonces siento que ya estoy en condiciones de ir.
Primero necesito la seguridad de que ningún objeto, paisaje, curva, resto de agua, o meseta se me escapará de mi cámara, y solo ahí puedo salir sin miedo de mi cueva. Entonces cuando llego todo me parece familiar.: la cantidad de escalones a subir, los km. a recorrer, el camino a realizar (el guía de V. Gesell me pregunto ¿de dónde sacó tanta información?), todo lo que veo, es como ya visto, pero esto no me decepciona, por el contrario, me causa el placer de volver a ver lo que recordamos como algo grato, solo que yo generalmente no lo había visto, solo lo había imaginado.
Mientras todo este recorrido mental ocurre, el paisaje y yo somos desconocidos, el paisaje no sabe de mi existencia, pero yo sí de él. Él no dice: me falta Stella , el no piensa que yo llegaré algún día, el no me precisa, no me extraña, no me espera, no me registra...pero yo lo pienso obsesivamente, porque a medida que un paisaje se va metiendo en mi , comienza a ocupar cada vez más espacio, tanto que no quiero atender el teléfono cuando estoy concentrada viajando mentalmente, entonces se empieza agigantar en mi interior hasta crear una necesidad extrema de estar ahí ahora, ya, sin poder esperar, entonces se aproxima el momento de ir, de consultar horarios y pasajes...
.Llegué!: nos conocimos, el paisaje ahora sabe de mi existencia, ahora me necesita, necesita de mi cámara registrándolo, se vuelve más bello, más reluciente para mi, para mi ojo, debe complacerme, debe atraerme sino no será registrado, el paisaje y yo nos encontramos después de un largo camino de reconocimiento por mi parte y de desconocimiento de su parte, fue un matrimonio preconcebido, solo que una de las partes no tenía ninguna información de la otra y yo : la tenía toda. Como todos los matrimonios algunos fracasan y otros florecen. A algunos quiero volver continuamente porque aún me han quedado espacios vedados que quiero conocer y otros se me han mostrado íntegramente en el primer encuentro y si bien puedo guardar un buen recuerdo, ya no me genera ansiedad, ni expectativa volver a verlo (igual que los hombres)
Cuando ayer pensaba en todo esto, traté de relacionarlo con un hombre, ¿ puede ser que siempre hayan sido también como un paisaje a recorrer?, podría ser qué el camino haya sido el mismo?, conocerlo, sin ser vista, recorrerlo, acostumbrarme a sus márgenes, sus orillas, sus valles, hasta sentirlo casi propio, y luego acercarme sin temerle?; porque en definitiva siempre antes de iniciar una relación pasó mucho tiempo, creo que los paisajes y los hombres has ocupado el mismo lugar en mi vida.